El siguiente es un extracto actualizado del comentario del libro de Apocalipsis de James Durham. Durham (1622-1658) fue un ministro diligente, que buscaba predicar cuidadosamente sus sermones. Reconocido por su destacada piedad y humildad, quien también fue capaz de atender y responder preguntas y temas complejos.
Él sólo fue ministro por once años, aun así dejó un número considerable de escritos. Para exponer desde el púlpito el libro de Apocalipsis dedicó dos días de la semana para ayunar y orar. Esto lo hacía buscando la dirección del Señor para una correcta compresión de su significado. Expresó una sencilla confianza en su lecho de muerte. «De todo lo que he predicado y escrito», dijo. «Sólo hay una escritura que puedo recordar y a la que me atrevo a aferrar»… ‘Todo aquel que viene a mí, no le echo fuera'».